Mi amor por la fotografía viene de un regalo de primera comunión, una Kodak Instamatic 25 con carretes tipo cartucho de 126, con la que empecé a hacer mis primeras fotos, hasta que heredé una Yashica MG-1 de mi madre, una preciosa cámara telemétrica, que todavía conservo, con la que hice mis primeras fotos «serias», hasta que pude comprarme mi primera réflex, una maravillosa Nikon FM2 que todavía sigue conmigo.
Después del instituto aparqué la fotografía hasta que llegó a mis manos, en el año 2000, una de las primeras cámaras digitales de consumo, una Kodak DC210 Zoom de 0,9 megapixeles, volviendo a retomarla, también he vuelto al maravilloso mundo de la fotografía argéntica, revelando y positivando mis propios negativos.
Soy miembro fundador de la Asociación Fotográfica de Toledo, de la que soy presidente y donde participo activamente.
La Asociación nació en noviembre de 2009 gracias a las inquietudes de un grupo de fotógrafos por promover cualquier tipo de actividad relacionada con la fotografía dentro de la ciudad de Toledo y su provincia.
Os animo a visitarnos: Asociación Fotográfica de Toledo.
Fotografía cortesía de Daniel López.