Itálica

Itálica es una antigua ciudad romana situada en el actual término municipal de Santiponce, Sevilla.

La ciudad romana fue fundada en el año 206 a.C., dentro de su término hay yacimientos e indicios de su ocupación muy anterior, entre ellos argáricos y griegos.

Fue la ciudad de nacimiento de tres emperadores: : Trajano, Adriano y Teodosio I el Grande. (Éste último hay discusión si nació en Itálica o Cauca, Coca, Segovia).

Durante la etapa republicana fue una ciudad importante, y mucho más en la época imperial, aun cuando nunca fue capital de provincia ni de convento jurídico. A pesar de la creencia general de que fue abandonada hacia el siglo IV, lo cierto es que solo se abandonó la ampliación adrianea, replegándose la ciudad hacia algo más de su extensión primitiva, bajo el actual casco de Santiponce, donde continuó una vida de cierto prestigio en el Bajo Imperio y la época visigoda.

Sus murallas fueron restauradas por Leovigildo en el año 583 en el marco de sus luchas contra Hermenegildo.

Itálica llegó aún viva a la época musulmana, cuando varios autores árabes la mencionan con el nombre de «Talikah/Taliqa» y existen algunos personajes conocidos con la nisba «al-Talikí».

De tal modo que no es hasta el siglo XII cuando debió de ser realmente abandonada, pasando a ser un despoblado, llamado por los cristianos «Campos de Tal(i)ca» y también «Sevilla la Vieja«.

Hay dos calles principales que cruzan la ciudad de parte a parte: el cardo con dirección norte-sur, y el decumano, con dirección este-oeste.

El resto de las calles son más estrechas y se inscriben dentro de una de las manzanas (insulae) en que se dividen.

Ésta es la disposición de las ciudades nuevas, frecuentemente de origen militar.

Junto a los demás edificios públicos de la cuidad, destacan las termas mayores que eran un centro de ocio albergando,  junto a otros servicios, los baños públicos. Datan de la época de Adriano, hacia la primera mitad del siglo II.

Es un edificio de grandes dimensiones; aproximadamente ocupa una extensión de 32.000 metros cuadrados.

Todavía se conserva la estructura de la distribución de las piscinas y los hornos, además de las termas propiamente dichas, con las tres salas, caliente, templada y fria, (caldarium, tepidarium y frigidarium), el edificio albergaba una biblioteca, sala de masajes, sauna, vestuarios y al sur del cuerpo principal se extendería la palestra que ocuparía casi la mitad de la edificación.

En el esplendor de la Itálica de Adriano, se construyeron en la ciudad nueva casas de importantes y ricas familias locales, algunas de las cuales serían sin duda senatoriales que, además de seguir el esquema tradicional de la casa romana, con un patio interior del que luego derivarían los patios de las casas andaluzas, poseían la estética helenística predominante de la época.

Destaca la Casa del Planetario.

Su construcción se inicia en tiempos de Adriano (117-138) es un edificio residencial de casi 1.600 metros cuadrados de superficie.

El mosaico que da nombre a esta casa consta de un círculo dentro del cual se distribuyen siete medallones con bustos.

Representan las divinidades planetarias que, en el calendario romano, dan nombre a cada uno de los días de la semana.

En el centro está Venus (viernes), rodeada de la Luna (lunes), Marte (martes), Mercurio (miércoles), Júpiter (jueves), Saturno (sábado) y el Sol (domingo).

Es una de las mansiones destinadas exclusivamente a los notables de Itálica. Estas residencias destacan por su ubicación privilegiada, la calidad de la construcción y el lujo de sus acabados, así como por la extensión de la superficie habitable.

El edificio mas espectacular extramuros de la ciudad es el Anfiteatro.

Se construyó en la época del emperador Adriano, aproximadamente entre los años 117-138,  siendo el cuarto anfiteatro más grande del imperio.

A la arena, orientada en dirección Este-Oeste, entraban los combatientes por la Porta Triumphalis, situada en el Este:

Y salían los caídos por el otro extremo, por la llamada Porta Libitinensis.

Si eres fan de Juego de Tronos, no habrás tardado en reconocer, efectivamente, que aquí se rodaron las escenas de Pozo Dragón.

Con una capacidad de 25.000 espectadores y unas medidas totales de 160 x 137 m, disponía de tres niveles de graderío.

El graderío, cavea estaba dividido en tres secciones, la ima, media y summa cavea, separadas por unos pasillos anulares denominados praecinctiones.

La primera, la ima cavea, disponía de 6 gradas, con 8 puertas de acceso, y estaba reservada a una clase dirigente.

La segunda, la media cavea, estaba destinada a la población más humilde, tenía 12 gradas y 14 puertas de acceso.

La summa cavea, cubierta por un toldo, estaba reservada solamente para albergar a niños y mujeres.

En el centro de la arena se se ubica  la fossa bestiaria, que servía de lugar de encierro de los animales que participaban en las cacerías representadas durante los juegos.

Guardados en jaulas, estos animales eran elevados con gran teatralidad hasta el nivel de la arena, donde los esperaban los bestiarii que era como se conocían a aquellos gladiadores de profesión o a otros hombres a quienes hacían combatir contra las bestias y fieras.

El Anfiteatro cuenta con una galería de servicio que rodeaba el óvalo por completo y por la que hoy se puede aún pasear, podemos imaginar a los gladiadores esperando, rezando o jugando a los dados antes de entrar a la arena.

Es este día plomizo , me acompañó mi amigo Jesús Juan que hizo de perfecto guía, muchas gracias por tus atenciones.

El equipo utilizado fue:

Cámara: Nikon F5.

Objetivo: Nikkor 28-70 f2.8 AF-S.

Película: Kodak T-MAX 100 IE 100.

Reveladores: Kodak TMAX dev 1+4, 7,5 minutos a 20ºC.

Fuente, wikipedia.

8 respuestas a «Itálica»

  1. Buen reportaje en un sitio precioso. Muy bonito un Via Crucis que se hace en el anfiteatro, con todo iluminado con cirios y antorchas.

  2. Muy bueno el reportaje y eso que el día no acompañaba mucho.
    Lo bueno es que la T-Max te da una gama de grises brutal a pesar del gris reinante.

    chapeau 😉

  3. ¡Hola! Muchas gracias por el reportaje. Didáctico y muy bien ilustrado.
    Qué buenas las escenas de la galería del anfiteatro!
    Un abrazo!
    Antonio

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