Después del impresionante parque nacional de Þingvellir, la siguiente visita obligada del cículo dorado es Haukaladur, el valle de los géiseres.
Es un valle que se encuentra situado al norte del lago Laugarvatn en la región sur de Islandia.
En el mismo se pueden visitar una de las atracciones más famosas de la isla: los géiseres.
Entre los más famosos se encuentran el Strokkur y el Geysir:
Strokkur (palabra islandesa que significa «batir«) es considerado uno de los géiseres más famosos de Islandia.
El géiser erupciona cada 4-8 minutos, con una altura media de 15 a 20 metros, llegando a veces a los 40 metros.
Os dejo un video de la espectacular erupción del Strokkur:
La palabra géiser proviene de Geysir (nombre derivado del verbo islandés geysa, ‘emanar, erupcionar’), también conocido como El Gran Geysir, es el géiser más antiguamente conocido y uno de los ejemplos más impresionantes de este fenómeno en todo el mundo.
El Geysir puede lanzar agua hirviendo hasta más de 80 metros en el aire. Sin embargo, las erupciones no suelen ocurrir a menudo y en el pasado ha habido épocas en que no se han presentado durante años.
Entre el 17 y el 20 de junio de 2000, durante un terremoto, Geysir llegó a 122 metros durante 2 días y es considerado el géiser más alto en la actividad, incluso provisional.
Desde principios del siglo XXI, «El Gran Geysir» dejó de manar agua debido los químicos que se le echaban para provocar más a menudo sus erupciones, surtiendo el efecto contrario, habiéndose parado completamente.
La siguiente parada es la impresionante cascada de Gullfoss.
Se encuentra en el amplio cauce del río Hvítá, que fluye hacia el sur y a un kilómetro de la cascada gira bruscamente hacia el este cayendo en tres escalones curvados. En ese momento se cae en dos saltos (de 11 y de 21 metros) en una grieta de 32 metros de profundidad, que mide unos 20 metros de ancho y 2,5 kilómetros de largo.
El caudal medio en esta catarata es de 140 metros cúbicos por segundo en verano y 80 en invierno. El máximo flujo de agua medido es de 2.000 metros cúbicos.
Y vimos el arcoiris, el agua levantada por la cascada hace que a veces se cree el arcoiris, y de vez en cuando doble y triple.
Y ya atardeciendo, finalizando el círculo dorado visitamos el lago Kerið.
Es uno de los múltiples lagos de cráter en el área, pero es el que tiene la caldera más intacta y visualmente identificable.
La caldera, de alrededor de 3000 años de antigüedad, está compuesta por roca volcánica roja (en vez de negra), como sucede con el resto de roca volcánica del área, y mide aproximadamente 55m de profundidad, 170m de ancho y 270m de largo.
En este viaje me acompañó mi querida madre, que aguantó como una jabata mis insufribles paradas fotográficas y que me ayudó con todo el equipo sin rechistar, bueno sólo un poco cuando llega la hora del café.
Desde aquí, partimos de vuelta a Reykjavík para preparar la siguiente salida.
Continuará….
El equipo utilizado fue:
- Cámara: Nikon Df.
- Objetivos: Nikkor 14-24 f2.8 AF-S, Nikkor 28-70 f2.8 AF-S y Nikon 70-200 f2.8 VR.
- Filtros: B&W polarizador circular, Progrey degradado neutro suave GND 0.9, Haida ND 64 .
- Trípode manfrotto 155, cortesía de mi hermana Carolina.
Fuente: Wikipedia.