El Castillo de Dos Hermanas se encuentra cercano a la población de Navahermosa, es uno de los más antiguos de la provincia de Toledo, data de los siglos XI y XII.
Se cree que fue construido por El Temple en el siglo XII sobre un castro prerromano, formando parte de la línea de torreones de vigía y guarnición que circundan la encomienda templaria de Montalbán, y servían de ariete y escudo de Toledo.
Con una dotación de entre 20 y 30 hombres con sus familias, el castillo servía de protección a los vecinos de Dos Hermanas, pequeña aldea de pastores y colmeneros, que creció a las faldas de la peña, extramuros de la fortaleza
En el año 1210 se cede al caballero Alfonso Téllez, que se hallaba repoblando aquel territorio fronterizo con las posesiones musulmanas. En el año 1222 Alfonso vende el castillo al arzobispo de Toledo, Rodrigo Ximénez de Rada.
Más tarde fue adquirido por el rey Fernando III el Santo, quien a su vez lo vendió a la ciudad de Toledo en el año 1246, junto con el castillo de Malamoneda en la localidad de Hontanar y sus montes.
Pasado el peligro musulmán, los vecinos del poblado que protegía el castillo de Dos Hermanas emigraron a la población cercana de Navahermosa, que ofrecía mejores posibilidades de cultivo, quedando el castillo abandonado, arruinándose paulatinamente.
En el año 1444, entrando la zona en consideración de pacificada por las autoridades de Toledo, se ordena el licenciamiento de la guarnición del castillo, lo que conlleva el despoblamiento de la aldea de Dos Hermanas, de cuya dispersión, sus gentes, fundarían las primeras casas de Navahermosa y ampliarían zonas pobladas de los alrededores.
El Castillo está en ruinas desde el siglo XV.
Los atardeceres desde el castillo son ESPECTACULARES:
Mi espada de mano y media «La Viga Maestra» también quiso venirse al sarao.
Y como buen castillo que se precie, tiene su leyenda.
La leyenda de las Dos Hermanas:
Durante las numerosas batallas que existieron entre cristianos y árabes, cuentan que los cristianos quisieron conquistar el castillo a los musulmanes, pero no consiguieron entrar en la fortaleza, aunque el jefe árabe había muerto, sus hijas se quedaron en el castillo y para evitar que las capturaran llamaron a un mago para que las convirtiera en almas y desaparecieran, pero que quedaran siempre en el castillo.
Cuenta la leyenda que en las noches de San Juan las dos hermanas bajan al arroyo Merlín, se bañan y se peinan durante toda la noche para, en la madrugada, convertirse en polvo y regresar de nuevo al castillo.
Muchas gracias compañeros:
El equipo utilizado fue el siguiente:
Cámara: Nikon Df
Objetivo: Nikkor 28-70 f2.8 AF-S
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